domingo, 29 de marzo de 2015

Violette: la pasión exaltada

No soy muy amiga de las películas modernas, lo confieso. Incluso no soy amiga de los libros modernos. Toda novedad me subleva, me horroriza. Me parece que el tiempo pasado (en cuanto al arte se refiere) fue mejor. Sinceramente, no comprendo la raíz de esta estúpida convicción. Tal vez me lleve bien con las mentes antiguas porque son ellas las que perviven en mi ADN, mientras que todo lo "por venir" aún no me ha sido dado y mi predilección no está lista. Quizás yo sea como un ciego que no puede apreciar la pintura o un sordo que no es capaz de imaginarse la música. En cualquier caso, esta deficiencia mía hace que me cueste abrirme a lo nuevo, a lo joven, a la vanguardia.
Hace no mucho vi por "obligación" (tuve que poner a dieta mi egoísmo) una película de 2013 cuyo nombre, si bien lo recuerdo, no  voy a decir. La temática futurista no me gusta porque parece que cualquier argumento que sirva de pretexto para emplear efectos especiales a diestra y siniestra, sin ton ni son, vale. Pero quise darle una oportunidad (además de que no tenía opción) y bien, mis sospechas se vieron confirmadas (¡bendita intuición mía! ¡te escuché pero no pude hacerte caso!). La película resultó ser una verdadera bazofia: un guion malísimo, los actores -aunque de fama mundial- bastante flojos y los millonarios efectos especiales en excesivas millonarias cantidades. Una película entretenida pero, muy a mi pesar, malísima. Esta experiencia reciente me reafirmó en mi convicción estúpida ¿cómo desembarazarme de aquel prejuicio? La tarea se volvía cada vez más difícil hasta que, después de mucho insistir logré proyectar lo que la intuición, siempre certera, me empujaba a ver.
"Violette" es una magnífica película francesa dirigida por Martín Provost que retrata la vida de su homónima, Violette Leduc, famosa escritora francesa del siglo XX, hoy un tanto olvidada por la vorágine literaria. Sin embargo, este film resucita a la escritora, le da vida de la mano de la interpretación impecable de Emmanuelle Devos.
Violette es una mujer con complejo de inferioridad, enamorada siempre de imposibles, que sufre porque no la quieren. Su hambre de amor la lleva a escribir su primera novela, alentada por el hombre al que ama, quien -como casi todos sus amores- la abandona más tarde. Tras terminar su primera novela, se la entrega a Simone de Beauvoir que rápidamente descubre el talento innato de Violette y además de interceder para la publicación de su manuscrito en la editorial Gallimard, la alienta a seguir escribiendo pese a sus altibajos emocionales. Violette admira a Simone, como antaño admirara a Maurice Sachs y decide seguir sus consejos. A partir de aquí, numerosas citas y episodios amorosos, así como reflexiones feministas que todavía hoy, después de medio siglo, siguen en pie.
La escena de la librería, en la que Violette enfurece tras no encontrar ejemplar alguno de su recién editada novela.
El guion fue escrito por el mismo Provost, René de Ceccatty y Marc Abdelnour. Muchas veces nos quejamos de que el guion desmerece la calidad de la película y cuando esto ocurre, el trabajo del resto de profesionales que hacen posible la consecución exitosa de la misma, se echa a perder. Un buen vestuario o escenografía no sirven de gran cosa si el guion es un cúmulo de despropósitos. El guion es la base sobre la que se asienta esta obra también -no es una excepción- por lo que su esmerado tratamiento favorece el trabajo, asímismo meticuloso, del resto de elementos constitutivos del film.
Como no es mi intención "cargarme la película" me voy a detener aquí, y no voy a contar más. Sin embargo, sí diré que me surgieron muchas dudas y preguntas. Empaticé con la protagonista (la maestría de la interpretación logra un efecto conmovedor en cualquier ser sensible). Me pregunté por qué Simone no amaba a Violette como ella la amaba, por qué  no podían estar juntas. Mi compañero, que estaba a mi lado, como siempre está, me dio la respuesta: "Porque si hubiesen estado juntas, ella no habría escrito". Y es así como, gracias al amor frustrado de Violette, hoy podemos disfrutar no sólo de su poesía y su prosa (galardonada con el premio Goncourt por su novela "La bâtarde") sino también de esta inmejorable película.


Violette Leduc

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