Primer acercamiento: mientras leía la novela
“Ya es el segundo día desde que
comencé la lectura y no sé por qué pero ya sé que no voy a poder despegarme de
las páginas de este libro. El personaje principal François, es una máquina de
decir cosas. No es que solamente las diga, no, lo grave está en que las piensa.
¿Cómo puede alguien pensar tantas cosas al mismo tiempo? No lo sé. Ya no sé si
piensa el autor o si piensa el protagonista ¿Y qué piensa? Piensa sobre su
familia, sobre el sexo, sobre la gastronomía refinada, sobre su padre…De
momento piensa en muchas cosas. Yo creo que su mente es un piso amueblado en
plena zona vip de París, en donde sólo hay lugar para exquisiteces de grosera
frivolidad. Y que no se me entienda mal. No es que no me guste este primer
acercamiento a la literatura contemporánea, la cual ronda peligrosamente la
bazofia, si no se mete de lleno en ella, es que este autor tiene una forma
polémica de decir todas las cosas, tiene una forma rotunda de mostrar a sus
personajes, aunque en alguna ocasión salió nuestro Françóis defendiendo alguna
idea moral acerca de cómo deberían ser las cosas. Pues bien, por regla general,
los personajes de este libro no son unos angelitos caídos del cielo, no, son
más bien un hatajo de gente rara, distinta a la gente que se podría uno
encontrar por la vida.”
Los personajes de esta novela no son
personas convencionales. Es como si de una prenda de ropa se tratase: le das la
vuelta y te encuentras las costuras y todas esas cositas e hilitos desprolijos
que no querías ver, y por eso te la ponías sólo de un lado, pues bien, los
personajes de este libro son así: los ves al derecho, como unos ojos inocentes
están acostumbrados a ver, y de pronto te enteras de que no, de que: o los
personajes que aparecen en la novela no son creíbles y reflejan, por tanto, un
mundo fantasioso, imposible; o de que la realidad es más compleja que cómo la
veías.
Por qué leer esta novela: Para ejercitar la capacidad de sorpresa
viene bien. Viene bien para trabajar la paciencia: “Venga, Beli, que a la vuelta de la página llegará el culmen de la
novela. No desistas ahora. Cada vez estás más cerca. Vamos, Beli, ya se está
acabando, no puede ser que en el final no pase nada.” No la recomiendo si
no estás acostumbrado a leer novelas en donde todas las cosas que pasan son
iguales a las de la vida: irrelevantes.