domingo, 29 de julio de 2012

Les dimanches de Ville d' Avray

En mi primer entrada al blog (no voy a pensar demasiado que si no, luego termino sin escribir nada) voy a exponer mis impresiones acerca de esta curiosa película, cuyo título en español se ha traducido Sibila del director Serge Bourguignon. Bien, comencemos pues.
Esta película narra la historia de Cybèle, una niña que es abandonada por su padre en un colegio de monjas. Pierre es un ex piloto militar que ha perdido la memoria tras accidente aéreo y que mantiene una relación sentimental (más bien diría yo, asistencial) con Madeleine, la enfermera que se ocupó de él en el hospital.
En uno de sus tantos paseos por la ciudad, Pierre se encuentra con Cybèle que, junto a su padre, va de camino al orfanato donde luego será abandonada. Pierre, se apiada de la pobre niña desdeñada por su familia y decide visitarla todos los domingos. Así, se inicia una amistad entre ellos, que se ve empañada por las malinterpretaciones de la gente que los ve juntos en el lago y piensa que mantienen una relación amorosa.
Como no quiero cargarme el final de la película, no voy a decirlo, para que os animéis a verla, pero debo advertiros que me resultó demasiado abrupto. Como si el director se hubiese cansando de filmar y hubiese dicho "No aguanto más, esta película la terminamos hoy como sea". Bueno, tal vez exagere y esta exageración sea injusta, pero sí que es cierto que (justamente) la escena que se omite, es la más dramática de toda la película, y hubiese sido el climax perfecto si la hubiesen rodado y no hubiese que imaginar, viendo el último cuadro, cómo ocurrieron las cosas.
Ese es el único punto flaco, y que conste que no quiero especificar más porque me gustaría que la gente viese esta película, porque es de sumo interés y por sobretodo,  considero fundamental que las tomas sean increíblemente estéticas. Es algo que, personalmente, valoro mucho en el cine, lo visual y también lo auditivo. En esta película convergen las dos cosas. Nuestros oídos perciben el crujir de las ramas secas, el crepitar de la chimenea, los pasos por el asfalto húmedo...Asimismo, las imágenes son composiciones típicamente francesas, aquellos que han visto alguna película francesa de las últimas décadas del siglo pasado, estarán de acuerdo conmigo. A esto debo decir también, a modo de advertencia para aquellos que no lo puedan sufrir y como aliciente para aquellos que como yo, lo adoran, que estoy hablando de una peli monocromática, o lo que es lo mismo, en blanco y negro.
Contexto ideal para ver la película: si eres soñador; si te gusta el cine en blanco y negro; si quieres envolverte en una delicada sinestesia; para acompañar una lluvia desganada; si estás solo; si padeces una tarde invernal; si estás aburrido; si hace frío; con una taza de algo caliente.

2 comentarios:

  1. Hace unos días que tengo ganas de ver una película en blanco y negro. es algo ke se me metió en la cabeza no se porqué.
    De casualidad visité tu perfil de facebook y me enteré del blog. te felicito hermana mía, me encanta la idea y voy a tratar de regresar periódicamente y comentar.
    voy a tratar de ver la película y dejarte mis impresiones. yo no soy muy amante del cine pero de vez en cuando me gusta disfrutar un poco de alguna historia de la pantalla grande.
    repito las felicitaciones y te aliento a nunca quedarte quieta en relación con tu búsqueda de nuevos horizontes.
    A veces las distancias no son las geográficas que separan a la gente solamente. La falta de sentido común también suele hacer estragos. Te amo Belinda y con todo mi corazón :)

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  2. arghhhhhh a dónde se fue mi comentarioooooooooooooooooo!
    En fin, resumiendo lo que había escrito, te decía que el cine te puede dar otro punto de vista o simplemente dejarte otro sabor de boca. Con este blog intentaré hablar de pelis no tan conocidas y también de libros, que leer de vez en cuando no viene mal.
    Con respecto a las distancias, yo te diría que la vida se encarga de eso, y no acepta coimas, y no acepta lágrimas. Mejor que ocuparse de lo que nos separa, es ocuparse de lo que nos une. Yo también te quiero hermanito. Beso.

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